«El sexo (NO) lo es todo»

El Sexo (No) Lo Es Todo

El Sexo (no) lo es todo no es un libro de autoayuda, aunque el título pudiera sugerirlo. No, se trata de un regodeo en el lodazal; una broma de mal gusto, bronca y cruenta, no obstante divertida, siempre y cuando el lector sea capaz de reírse de las miserias cotidianas que bien pudieran haberle salpicado en alguna ocasión.

Y es que llevar una vida gris (de mierda) no tiene ningún mérito; es lo que suele ocurrir sin ni siquiera proponérselo, ocurre por defecto, viene de serie. Acontece si no estás lo bastante atento; y aun así. El barro fluye cuesta abajo, sin tregua, más deprisa, más despacio, pero cuesta abajo.

El protagonista de la novela se encuentra en esa tesitura, lo que viene a ser la media, vamos. Será un evento personal dramático (y por tanto, nimio para el Plan Universal) lo que le obligue a reorientar su tedio vital hacia derroteros nada lógicos según los plácidos y autocomplacientes cánones burgueses, conduciéndolo a excesos y extremos que ni él mismo podría imaginar, ni el lector predecir. El sexo lo impregnará todo de diferentes maneras, con diversas texturas, aunque siempre con pelajes terrenales, sinceros y reales. Tanto que, tal vez, el lector saque alguna conclusión sobre sus propias verdades mientras mantiene ocupadas ambas manos.

 Miguel Ángel Toro Riu nacido en Lleida por circunstancias del guión asistencial, ha tenido como base de operaciones Tamarite de Litera donde sus padres regentaron el restaurante Casa Toro. De ahí que se haya dedicado por imperativo legal a la restauración durante su tierna juventud, aunque también recogió fruta (como todos los de su generación) en verano, puso estacas para la construcción de la carretera que transcurre de Binéfar a Alfarrás, además de hacer el gamba en aquellos tiempos en los que las fiestas patronales de los pequeños pueblos eran auténticas Fiestas. Y sí, claro, formó parte de un grupo de rock llamado Utopía de lo cual se siente muy orgulloso a pesar de la invisibilidad del conjunto y su dudosa pericia como batería.

Lo de la literatura de forma meditada llegó tarde. Mientras cursaba sus estudios de Derecho en Zaragoza escribió tres novelas lamentables que no se atrevió a presentar a ningún certamen o editorial. Pero la semilla estaba sembrada.

Después llegaron estudios de Criminología, Pericia Caligráfica y finalmente, tras ser abusado por un despacho de abogados en Barcelona durante unos meses, decidió abrir el suyo propio que por puro tedio abandonó al cabo de cuatro años y se trasladó a L’Escala (Girona) a otras labores más gratificantes. No sin antes quedar finalista en el “Concurso de Relato Breve Villa de Binéfar”, ganar el certamen de relato corto de Altorricón así como un accésit posterior, el de Albelda muy posteriormente y volver a ganar el certamen de Altorricón en 2020. En esa época también relanzó, junto con un grupo de excombatientes de su primera época allá por los 80, Tamarite Radio

Ya de vuelta al terruño y con ocupaciones diversas (Director de Personal, Export Manager y Secretario Judicial, en ese orden) se decidió a intentar publicar DECESO PROGRAMADO, cosa que consiguió después de cuatro años, en el 2018, de la mano de la Editorial madrileña TRES INVIERNOS para pasar a editorial MILENIO de Lleida. A la vez, y durante dos años aproximadamente, estuvo incorporado como columnista en La Voz de la Litera mientras tal publicación trataba de ser la voz de algo. Claro, claro que sí… también hubo política de por medio pero el autor se niega a hablar de ello sin sentir una profunda desazón y vergüenza… ni siquiera es capaz de reconocer lo enriquecedor de la experiencia. Y la crisis llegó, de ahí que tuviese que dedicar ser ayudante de molinero y a la cochina granja de su padre ( no en sentido despectivo; era de cerdos).

La publicación de la segunda edición de Deceso Programado, en 2019, coincidió con su estancia en Alcañiz donde ejerció como Fiscal y Letrado de la Administración de Justicia. En el momento en que ve la luz «El sexo (no) lo es todo «,2021, se encuentra a la espera de nuevo destino( o lo que sea), después de haber pasado por los juzgados de Huesca en funciones de Letrado de la Administración de Justicia, no liarse. Ahora mismo se encuentra ejercitando el muy noble ejercicio de la paciencia para que la tercera novela (“El hombre que cambiaba los muebles de sitio”) salga a luz.

Mientras tanto, sin saber si llegará a culminar las oposiciones de profesor de secundaria, espera un pelotazo en forma de lotería o de derechos de autor por hacer una serie/película con cualquiera de sus libros y que le permita subir al monte a escribir su cuarta novela y salvaguardar al resto de la humanidad de su presencia…. O quizá sea al revés.

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